Temblo en Chile.

Durmiendo profundo, 03:34 de la mañana del 27 de Febrero, me siento en la cama, y esta temblando, no tan fuerte, en un segundo se intensifica el movimiento, al grado de no poder levantar a mi bebita de 3 meses, cumplidos ese mismo día, solo pude abrazarla y protegerla con mi cuerpo, mi hijo Daniel, me tomo por la espalda y así pude pararme de la cama, le pase a la Celeste, se corto la luz, el Maury se encargo de bajar las escaleras con nuestra hijita, solo que tuvo que hacerlo sentado, nosotros detrás de él, se movía hacia los lados y de arriba hacia abajo, solo pensábamos en bajar, una vez en la calle, iluminados solo con una luz de luna llena hermosa, me bajo el miedo, pero estábamos los cinco bien y juntos, . cuando llego la luz, vimos las heridas que dejo este terremoto en nuestra casa, en nuestra cama, encima de las almohadas en donde duermo con mi Cheleste, habían caído las cornisas, lo recuerdo y no lo puedo creer, nos salvamos por unos segundos de algo grave, de esto hace ya una semana y aún tiembla, es increíble la fuerza de la tierra, en el sur se salio el mar luego del terremoto y murió mucha gente, el país esta de luto.....

Sin mi reino.

Mi reino, mi casa. Soy feliz en ella, lavando platos, ropa, barriendo, cuidando mis plantas, durmiendo en mi cama, comiendo en la alfombra, viendo tele, compu, mirando por la ventana, cocinando y ahora con mi pequeña hijita, feliz, excepto, que ya no soy la reina de mi casa, no puedo hacer ninguna labor correspondiente a mi reino, y lo que más me duele, tener en brazo a mi enanita, lo intento, pero el dolor sigue ahí, constante, ardiente. Siento dolor en el alma y el cuerpo, a veces tengo ganas de no seguir más, de morir, de morir de una, así, y dejar de ser un motivo de preocupación para los que me quieren, mis hijos, mi esposo, hermana y mamá. Pero, el que más me preocupa, verdaderamente es el Maury, si yo hubiese sabido que mi vida seria tan débil, tan enfermiza, tan chancleta, no es justo, para él, tener una mujer así, él es fuerte, simple, bueno, correcto, podría estar con quien quisiera, y no con un cacho como yo; lo bueno para él, que puede encontrar a una mujer con quien seguir adelante, ..............que cuide a mi Cheleste

La desesperanza me persigue.

Doctor, el miércoles 3, feliz, porque había leído el TAC, y decía que el hematoma de mi hígado de 19 cm estaba en 5, y si, va en 5, pero en en el mismo TAC, aparece una trombosis en mi ovario derecho, y lo malo es que esa vena esta conectada hacia el corazón, plop, nada que decir, la muerte sigue a mi lado, muy a mi lado, que tan malo he hecho para tener que sentir tanto miedo, tanta pena, no puedo ser feliz, sabiendo que dejaré a mi nenita sola, aún toma de mi pecho, mis otros amores, son adultos y los veo tan en otra, mis hijos preocupados de las pololas, de autos enchulados, de salir, de arreglarse el pelo, a la fuerza aprendieron a limpiar la casa y ayudarme es como una obligación, pelean y discuten delante mio, y lo menos que me interesa en este momento es a quien le toca lavar los platos hoy. Y el Maury, no se, soy fácil de sustituir, soy tan pesada y mañosa, que estoy segura existen mujeres que son un 7, además ,el Maury es tan, como decirlo para que hasta mí, no me duela, tan , bueno, como son los hombres, al final, sufro tanto pensando, en el mañana, en las sonrisas que me da mi Cheleste, y las que me dará, sus risas, en verla crecer, ojala que ese coagulo maldito se disuelva con magia, ,,,,

Necesito escribir.

Tengo miedo, miedo que antes nunca sentí, miedo a morir, a dejar a mis hijos de 16 años solos, a mi esposo, que lo amo más que la cresta. Mi pequeña hijita nació el 27 de noviembre del 2009, de 36 semanas, todo bien, feliz, con unas ganas inmensas de conocerla, llego la hora, me pusieron su carita en la mía, estaba llena de esa grasita de los bebes, calientita, si hasta puedo oler ese olor que tenia, el Maury se va con ella, y el doctor levanta su cara y tenia lleno de sangre ese protector que usan y me dice: Sonia, tienes una hemorragia severa, el útero se fisuro en tres partes, tenemos que extirparlo, en ese momento no sentí miedo, estaba tan segura, tan confiada en ese hospital y así fue, dentro de lo que uno no esperaba todo salio bien. Lo peor para mí vino después, sentía un dolor horrible, en las costillas, ahora se que es es en el miocardio derecho, no podía acostarme, caminar, levantar el brazo, las matronas me decían que tenia que caminar, que eran "gases", y así se me pasaban los días llora y llora, hasta que un scaner abdominal refleja un hematoma en el hígado de 19 cm., De ahí en adelante, me cambio la vida, todas las mañanas a las 7 de la mañana venían los cirujanos, reposo absoluto, hospital izada sin fecha probable de alta, y lo único que me decían: esto es muy lento, no tenían respuesta de por que se rompió el hígado, hasta hoy no lo sé, que si me movía podía tener una hemorragia interna y yo miraba para el lado, donde estaba en su cunita mi nenita, que ni siquiera lloraba, apenas pedía pecho, como si hubiese sabido que yo apenas podía tomarla. Entre al hospital un 27 de noviembre y salí un 6 de diciembre, parece que hubiesen sido años, ahora estamos a 21 de Enero y sigo en reposo y no soy yo, el dolor te anula, te entristece, te apaga, no puedo abrazar al Maury, no podemos dormir juntitos como siempre, no puedo sentirlo y ni hablar de esta pena eterna que siento pena-miedo, mi chiquitita, la miro y no puedo evitar pensar en que si me muero, quien la va a cuidar, va a crecer sin mamá, aunque sé que tendrá un papá genial y dos hermanos muy cariñosos. El Maury me reta y me da ánimo, para no deprimirme, pero en el fondo ni el sabe lo que pasará. Ya no quiero llorar más, pero es como si tuviera un lago de lágrimas en cada ojo.